La vida sin fin cumple dos años desde su lanzamiento y puesta a la venta. Fue mi primera novela, por lo que esta fecha (1 de abril) siempre será especial para mí. Aunque muchos no estarán de acuerdo por eso de que «escritor es el que escribe», para mí siempre será algo así como el día en el que me convertí en escritor.
Más de cinco años de escritura, incertidumbres, dudas… Los nervios de querer hacerlo bien, de mejorar y aprender, las ganas de que alguien te lea y conecte con esta historia. Dos años desde esa madrugada de nervios para publicar esperando que no tuviese fallos (spoiler: los tuvo, porque es inevitable y de eso se compone la vida, de fallar y aprender).
No obstante, no me puedo sentir más orgulloso de estos dos años. En estos años, La vida sin fin ha recibido 87 reseñas en las que he podido ver el cariño, la sorpresa y en ocasiones incluso la admiración de muchos lectores. Es un sentimiento único saber de su propia voz que han sido capaces de sumergirse en el mundo que yo creé. Que he sido capaz de construir imágenes dentro de su imaginación con palabras. Es el sentimiento que me ha hecho saber que quiero ser escritor. No sé donde llegaré, pero sí que quiero serlo, que quiero que más gente disfrute de esas historias.
Dos años en los que la trilogía ha visto su segunda entrega, El rey sin linaje, con críticas muy parecidas a las de este primer libro. Es un empujoncito más para terminarla (ya inmerso en la planificación y escritura de la tercera entrega con la que concluirá esta historia). Dos años en los que he recibido opiniones geniales, en las que he firmado centenares de libros. Aún no me puedo creer que La vida sin fin recibiera el premio Avenida de los libros a Mejor autopublicado 2021. O que fuese nominado y finalista para el premio a la crítica en la Gala Kmleon Books 2023.
Gracias por tanto cariño recibido. Prometo esforzarme por mantenerlo, mejorar y seguir disfrutando de la escritura. A por más años, logros y libros.
Jorge Gonex 